Cada ser humano debe estar bien arraigado y cimentado en el conocimiento de la imagen o identidad de Cristo en sus vidas.
Cuando tienes la certeza de que Cristo vive en ti y que a través de tu vida le vas a manifestar, vas a tener la seguridad de Hijo de Dios y no de una persona que tiene que buscar su identidad en otras personas o dejarte influenciar por atmosferas contrarias a Cristo.
Cristo no es religión, Cristo es vida. Dios te da la seguridad de Hijo y no de esclavo, para que vivas conforme a las bendiciones que El preparó para que cada día camines victoriosamente, y salgas triunfante de las situaciones adversas.